EDICIÓN DE BOLSILLO !!

Mi lema de «Correr para viajar o viajar para correr» iba a tener una pequeña diferencia respecto a todas las anteriores, ya que nunca había corrido una distancia inferior a la de maratón fuera de España, así mi editorial sacaría la «edición de bolsillo capitulo 1: Ferrara».

Como siempre, las experiencias runneras las comparto con todos mis lectores no sin antes, poner en situación, y aunque sé que puede haber controversias al respecto, esta vez también lo haré. El 24 de septiembre, además del Maratón de Berlín, se celebraría la media maratón de mi ciudad, Valladolid, y sin querer extenderme demasiado tengo que decir que estoy sumamente descontento con la organización, porque aunque mi ofrecimiento para ser liebre de 1h20 en mi ciudad ya viene de atrás, me contestan (cuando lo hacen) que Valladolid no es merecedora de una liebre tan rápida. Si algo tengo claro es que las liebres son un servicio que pone el evento para ayudar a los corredores a conseguir sus objetivos. Independientemente del tiempo a cubrir, la participación de la media maratón de Valladolid cada vez está siendo más abultada y por consiguiente, más corredores buscarán sobrepasar o acercarse a la barrera de 1h20, bien como mejor marca personal o como test para sus maratones a vista de 4 o 5 semanas. Por lo que buscar un evento alternativo era una opción clara y aunque no encontré nada apetecible, un par de semanas antes de la fecha anunciada, mi amiga milanesa Astrid me pregunta si quiero ser pacer 2h en el 30k de Ferrara…sin pensármelo dos veces, chequeo el plan de viaje exprés y contesto rotundamente que sí.

Habiendo trabajado el viernes por la tarde, la mañana siguiente tras un buen madrugón, hago la activación deportiva y emprendo el larguísimo viaje. Valladolid-Madrid, Madrid-aeropuerto de Madrid, aeropuerto Madrid-Malpensa, Malpensa-Milán, Milán-Bolonia y Bolonia-Ferrara. 14 interminables horas que se vieron afectadas por una gran inundación en la carretera de Milán, causante de mi intento fallido de 3h de turismo por la ciudad. El viaje no comenzaba demasiado bien, pero al llegar a Ferrara, todo cambia. Astrid y Silvio me esperan en la estación de tren y nos vamos a cenar. Mi dorsal esta encima de la cama del hotel, eso es un lujo.

El día F llega pronto. Bajamos a desayunar a las 7 y salimos hacia la Plaza de la Catedral, allí una gran multitud se agolpa para lo que empezará a las 9 de la mañana. Los pacers tenemos nuestro rincón privado, allí los voluntarios llenos de experiencia nos provienen de nuestra camiseta y nuestros globos con nuestro tiempo. Cómo me gusta ese ambiente !!! Reencuentro con buenos amigos venidos de toda italia, fotos y a la línea de salida.

Primera fila, y a la hora indicada, las 9, pistoletazo. Poco antes había conocido a mi compañero de baile, un tal Davide, «virgen» en el menester de pacer, y eso me hace alzar un poco las cejas con expresión de «no me jodas». Estamos hablando de liebre en un 30k a las 2h, o sea 4’/km. Pero si algo sé desde hace mucho tiempo es que nunca hay que subestimar a nadie y que todos hemos sido nuevos en todo.

Salida conjunta de las dos distancias, 21 y 30, y desde los primeros 100m nos quedamos un grupo muy reducido de corredores. La hermosa estampa abarrotada del comienzo, con El Castillo Estense mirándonos fijamente, me había hecho pensar que tendría a muchos pegados a mí, pero no.

Salimos directamente de la cuidad por las bonitas calles hasta llegar a la población de Pontelagoscuro y allí un giro de 90º a la derecha nos embauca a una carretera terciaria muy buen asfaltada a orillas del río Po. Uno de los cursos más bonitos que he vivido, con el sol brillando fuerte, todo verde, el Po a la izquierda, un grupo pequeño pero educado…En el pk14, se bifurca el recorrido, 21k derecha, 30k recto; quedamos menos. Seis, contando a las liebres.

Con otro giro muy pronunciado a la derecha, dejamos el cauce, y siguiendo la estela de algunos corredores seguimos atravesando cultivos y pastos hasta llegar a Malborghetto di Boara. Nuestro trabajo está siendo absolutamente correcto, marcando los parciales 25 segundos por debajo de lo exacto. Aunque el sol calienta bastante, todo esta fluyendo y pinta que vamos a hacer un trabajo perfecto, pero en el km23 nos juntamos de nuevo las dos distancias y veo algo raro. Si todos tenemos la misma meta, por qué el hito kilométrico de la media maratón no coincide con el de los 30k?!??! Efectivamente, recorrido mal medido, muy mal medido para acabar en unos 29k250m.

Vemos la meta al fondo y atónitos por la distancia recorrida, Davide y yo, nos damos las manos y las alzamos. Trabajo perfecto de 1h59’50» de tiempo teórico, y 1h56’39» para el oficial.

Tras los abrazos pertinentes, zona post-meta abundante de fruta, bebidas frías y calientes, y todo tipo de productos de la zona, incluso una parte con todo «gluten free». Felicitaciones a todos en especial a mi compañero, que con mis consejos de cómo llevar al grupo, bordó su primer trabajo de marcapasos.

Con la medalla conmemorativa en el cuello, con forma de llave y cuyos dientes, simulan el Castillo de la ciudad, nos vamos al hotel, para la ducha oportuna y acabar el día con un poco de turismo por la ciudad y por Bolonia.

Agradecer con todo mi corazón a Astrid y Silvio por su infinita hospitalidad y por pensar en mí para este bonito trabajo, a Massimo por confiar de la palabra de Astrid y así, en mi experiencia, también por su gestión del evento, porque me ha facilitado mucho el viaje, a levelup suplementación y a mi siempre compañera de andaduras Absotec, empresa y patrocinador oficial allá a donde voy. (en búsqueda activa de más ) Grazie mille!!!

Próximo evento: el primer maratón de los cinco que intentaré en el mes de octubre, Kosice 🇸🇰, en donde tengo el grandísimo honor de ser pacer 3h, que aunque se dice pronto, este año cumple 100 años. La fiesta está asegurada.

Salud & kms