SI COMPENSA, HAZLO !!!

El maratón de Silesia, en Polonia, puedo asegurar al 100% que no estaba en mis planes. Había descartado hacer un maratón el domingo 6 de octubre desde hacia mucho tiempo. ¿Por qué? Pues sencilla y directamente porque los maratones de Berlín y Chicago distaban dos semanas entre ellas y no podía arriesgarme a llegar a EEUU más cansado de lo normal tras la cita en Alemania. Como ya he comentado en la crónica anterior, en Berlín tuve un percance en mi dedo gordo del pie derecho. La pérdida de líquido articular durante el maratón de Berlín hizo que tuviese que visitar obligatoriamente al podólogo esa misma semana y un trabajo impecable de Isabel me ha hecho que haya podido calzarme unas zapatillas 7 días después.
Realmente novias no me faltaban, ya que los maratones de Kosice en Eslovaquia cuyo evento corrí el año pasado y que estaba de nuevo invitado a marcar el ritmo más rápido; Skopje, en Macedonia del Norte, al que tengo muchas ganas de ir, y Colonia, en Alemania, cuya ciudad quiero visitar desde hace mucho tiempo, me resultaban perfectos para pasar otro fin de semana maratoniano por Europa. En un tiempo muerto de esos que no suelo tener, eché un vistazo a qué maratones más había en octubre. Sin conocerlo, salió Silesia. Ese día de rastreo, estaba trabajando por Ciudad Real por lo que los aeropuertos no solamente el de Madrid sino que de Sevilla y Málaga me venían bastante bien para comprar un vuelo. Más aeropuertos, más posibilidades. Fácil. El maratón de Silesia podríamos decir que corresponde al de una región polaca como si en España hablásemos del maratón de Euskadi o el maratón de Cataluña o el maratón de Galicia. Katowice es realmente la ciudad en donde se disputa el maratón, aunque la salida se da cita en la ciudad aledaña de Chorzów; en el mismo estadio en donde se disputará el Campeonato Europeo de Atletismo en 2028.
El vuelo Málaga-Katowice, indiscutiblemente no me lo podía dejar perder pues 25€ iban a tener la culpa. Ahora, y en este mismo momento me doy cuenta que una parte de mis compromisos viene dado por la forma física pero también tiene mucho peso el que me cueste más o menos un evento maratoniano. Como decía vuelo directo desde Málaga a la ciudad del maratón y la vuelta desde Cracovia me iban a salir por menos de 100€. No podía decir que no, aunque fuera y debiera tener la mirada en Chicago !!! A decir verdad me tengo que comer mis propias palabras porque todo el viaje me ha salido por bastante más del triple del presupuesto inicial ya que mi punto de partida, por temas laborales ahora tenía que ser sí o sí desde Madrid y no quería perder todos los gastos de vuelos, dorsal y hotel que ya había tenido. Busqué alternativas, y encontré Madrid-Cracovia teniendo que hacer una noche a mayores en Cracovia, comprando un billete de última hora Málaga – Madrid para poder estar el domingo listo para trabajar el lunes. Más vuelos, más hoteles, más trenes, más comidas…pero un día más en Polonia. SI COMPENSA, HAZLO !!
Una vez allí, llego a la cuidad de Cracovia bastante tarde y, «mi gozo en un pozo»: llueve, por lo que me voy directo a la cama para descansar lo máximo posible para el largo sábado. Había estado toda la semana sin entrenar excepto el lunes 5 kilómetros, y no iba a ser menos la típica y obligada activación pre-carrera. Prefería no tener problemas en el dedo. Un buen paseo por el casco antiguo de la ciudad y al medio día me voy a Katowice. Recojo mi dorsal dentro del Estadio; pequeña, bIen organizada y sin mucho que comprar. Unas fotos y poco más.

Allí me espera mi amigo Báldemor, él es de Varsovia, y nos conocimos en Larnaca. Le pedí una foto y surgió la amistad. Así es el running !!! Tras un intento de turismo por Chorzów, nos vamos de nuevo a Katowice a pasear mientras charlamos tendidamente. Y volvemos para descansar en nuestro alojamiento.

El día S ha llegado. El hotel esta exactamente al lado del Estadio de Silesia. Entiendo que es la residencia deportiva por su proximidad. Una ubicación inmejorable. El maratón comienza a las 8 de la mañana. Madrugo lo justo, desayuno de mala manera y nos vamos a la zona de salida. El ambiente es perfecto. Un lugar sinigual en los aledaños del nuevo y majestuoso Estadio. Se respira paz entre los 7000 corredores de la distancia reina. A la hora exacta, suena el pistoletazo de salida.

Comienzo a un ritmo cómodo y alegre, pues la primera parte de la carrera es ligeramente a favor. Nos vamos directamente por la carretera que une esta ciudad dormitorio con Katowice, teniendo unas bonitas vistas de los que ya había visitado el día anterior con más calma. Tras el asfalto de la ciudad, nos metemos en asfalto por una inmensa zona arbolada. Todo verde. Todo increíblemente bonito. Ninguna animación, pero no importa, el momento describe silencio sólo desbloqueado por el sonido de nuestras zapatillas. Me mantengo con un grupo de 3 corredores durante la primera hora de carrera. Durante ella, converso con ellos e intercambiamos información personal. Paso de los primeros 10k los paro en unos buenos 39:01 (a 3’54/km) y los primeros 15k en 1h a falta de 6 segundos. La primera subida fuerte es justo en ese momento, y me acuerdo de los 5 días de descanso obligatorio que he tenido: me faltan kilómetros. Por otro lado, lo importante está en orden. Mi dedo no lo siento dolorido tras el vendaje a consciencia que me hice un par de horas antes. Aunque de vez en cuando me acuerdo que está ahí, impregnado en crema para posibles daños mayores. El verde de los prados, parques, y demás sigue plasmando todo el paisaje, y ahora, cada 5 o 6 kilómetros unas improvisadas batucadas con bidones de 200L suenan a un buen ritmo.

Respecto a los avituallamientos, simplemente perfectos para mí. Voluntarios bien formados, sosteniendo vasos de agua llenados por debajo de la mitad, por lo que siempre tenía que coger dos o tres de ellos para hidratarme. No he comentado nada de la temperatura, y es que los maravillosos 8 grados a la salida, me habían dejado las manos completamente heladas. Nunca entraron en calor, y eso dificultó bastante la ingesta de sales.

El paso de la media maratón es muy bueno teniendo los continuos subes y bajas del recorrido, y hago la muesca en 1h25’29» al paso del único giro de 180º de todo el curso. A partir de aquí, mi cuerpo pide un poco de tregua, no consigo regular pulsaciones. Los falsos llanos se me convierten en subidas, y bajo el ritmo hasta los 5/km en muchos de ellos. En ese momento no me importaba, puesto que tenía muy en mente el tiempo de paso de la mitad. A la altura del kilómetro 30, comienzo a sentirme mal, y paro en el avituallamiento unos segundos a recomponerme. Continúo. Abro con dificultad un gel, y para adentro. Me da gasolina pero en la siguiente subida empiezo a tener problemas musculares. Paro de nuevo, pero ahora a estirar cuádriceps. Es el kilómetro 34 y me tomo mi tiempo. Ahora todo lo que ronda mi cabeza tiene un nombre: CHICAGO !! Desde que corrí en 2019 el maratón de Hamburgo sé que lo más importante de todo maratón es llegar a meta, por lo que comienzo a correr a un ritmo mucho más cómodo para mis piernas pero de nuevo, me obligo a parar en el 38 tras una larga y empinada cuesta. Justo es un avituallamiento; tomo agua, isotónico y una cápsula de sal de golpe. Continúo pero…

… en el momento exacto de traspasar el cartel del 38, miro mi reloj. Me faltan 4 kilómetros y pico, echo cálculos y con un supuesto rimo de 4’14 (cuando soy liebre de 3h) estoy por encima 42 segundos de las 3:00:00. – sólo en mis 2 primeros maratones hice más de 3h. Es decir, 76 maratones consecutivos sub3 (no cuento Londres pacer 3h05) – . Sinceramente no me imaginaba entrando en meta por encima. Aprieto los dientes, saco toda la garra, y la diosa fortuna me premia con una perfecta y tendida bajada que, aunque mi dedo ahora sí lo siento, y mucho, me pongo a ritmo de 3’50/4’05 durante los últimos 2 kilómetros, siempre sin dejar de mirar el reloj y calculando. De pronto, se oye al speaker y el bullicio proveniente del estadio, entro en él y esa casi vuelta completa al tartán me pone la piel de gallina. Miro a la grada desde la contra-meta, esa parte del estadio esta llena, y justo en la esquina, mis retinas ven una bandera de España. Es Bal, que me tenía preparada una sorpresa; la agarro, y me la echo a la espalda para entrar en meta en 2h59’23».

Destrozado pero contento, emocionado y feliz por haber logrado esta gesta personal, ya que para mí éste no ha sido un maratón más.

Algunos de mis números en Silesia Marathon:

  • 21º maratón de este año.
  • 78º maratón en total
  • 3er maratón polaco.
  • Puesto 32º absoluto.

Muchas gracias a Maite y LevelUpSuplementación los mejores consejos nutricionales, a Absotec como patrocinador principal (en búsqueda activa), a todos los que seguís fin de semana tras fin de semana mis eventos, y en especial a mi buen amigo Bal por querer acompañarme en este fin de semana maratoniano.

Próximo evento MARATON DE CHICAGO como PACER 3H05

SI COMPENSA, HAZLO !!

SALUD & KMS