Cabe recalcar que como bien he oído desde que llevo en este maravilloso mundo, la Vig-Bay es una de las medias maratones más bonitas de España; sería fácil decir que el maratón al compartir recorrido, también, pero los giros no ayudan, ya que el perfil de altura es complicado, y el viento puede fastidiar bastante.
Las inclemencias meteorológicas del sábado respetaron increíblemente bien durante mis tres horas de carrera, y eso que según la app del tiempo, llovería durante tres horas.
Llevaba un grupo majo, de unos 30 corredores, y ya desde el primer avituallamiento, vi la falta de coordinación, e inexperiencia de los voluntarios. Las botellas de agua estaban en el suelo, y no daba tiempo a recogerlas para dárselas a los corredores. Unas mesas no venían mal. No me quiero imaginar cuando llegara la marabunta de gente…
También he echado mucho en falta unos contenedores seguidos de los avituallamientos, ya que nos obligaban a tirar las botellas en las aceras sin ningún tipo de civismo. Mucho puesto con esponjas, que aunque no hacía calor, venían muy bien para refrescar piernas y cabeza.
Me siguieron unos corredores estupendos, con mucha cabeza, y que se dejaron llevar por mis indicaciones de carrera. No soy un experto con 20 años de experiencia, pero el trabajo de liebre, lo hago muy bien. Modestia a parte.
Vistas maravillosas por la costa que se mezcla con es asfalto, hasta llegar a Bayona, pasando por Nigran; únicos puntos de animación de la carrera.
Pasé el pk 21 en 1h28’30», exactamente lo que habia pronosticado; segundos que iríamos perdiendo en las subidas, y recuperando en las bajadas. Siguiendo este plan, me puse en el kilómetro 41, un minuto y quince segundos de ventaja por debajo de las tres horas. Bajé ritmo, y espere a los últimos corredores con posibilidades de entrar en tiempo. Después de esto, lo que decía al principio del artículo: me mantearon como en un día de boda. Qué alegría, qué orgullo, qué euforia que me abracen y den las gracias diciendo que he hecho un gran trabajo.
Tiempo neto oficial: 2h59’32»
Medalla simple y conmemorativa con el primer evento de 42k, pero pongo una pega, y es que la Vig-Bay la patrocina EDP. En los maratones de Madrid, Lisboa y Murcia también los patrocina esta empresa, y la correa de la medalla la hacen ellos, de buena calidad y promocionando su interés. En ésta parece que se han olvidado de este detalle.
Noveno maratón en mis piernas. Ahora toca pensar en la cita que tengo el 28 de abril en Hamburgo, cuarto maratón del año.
La recomiendo: SI
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