Tras dos años consecutivos yendo a Renedo a la marcha de MTB, y aprovechando mi magnifico estado físico, cambié la prueba de bici por la carrera a pié, por las trialeras del pueblo de Míriam. En esas dos ediciones salí diciendo que la organización que hacen estos chicos es la mejor de las que he visto, y ésta vez, en el trail, no iba a ser menos. Un total del 240 personas sobre las dos ruedas y 210 corredores nos dimos cita ayer en plena noche de San Juan. Me centro en la carrera. No soy de mucho trail, o al menos no lo he sido, pero, realmente me apetecía correr de noche por los senderos que tan bien me conozco por mis andadas en MTB y hoy era el día más indicado. Entrega de dorsales desde las ocho de la tarde en un día más que caluroso. Dorsal 77. Bolsa del corredor increíblemente completa, aunque no tan increíble, sabiendo que estoy en una carrera de Renedo, y sus 10€ les dan para meter una barrita energética, una pastilla efervescente para recuperación y unos manguitos y camiseta conmemorativa del evento. ¡Chapó! Los nervios florecieron según iba acercándose las 22:30, y poco antes apareció un tipo que me cayó bien desde el primer momento: mister Antolín. Desde que me vió me dijo que sería podium, pero bueno, la gracia no iba a estar tan mal encaminada como yo creía. Toda la semana sin salir por trabajo y calor, la semana anterior pruebas hospitalarias, bla bla bla … excusas… el caso es que como buen conocedor del terreno, me chivó los tramos a apretar, y la verdad es que me vino muy bien. ¡Muchas gracias Javi!
¡Qué nerviosismo trasmito en la salida, copón!, y no era para menos, sabía que iba a salir a puto tope, aprovechando los consejos previos! Salida rápida, primer kilómetro en 3’50» con una subidita; llaneo y empieza el trail…subidas de infarto, cuerdas a un lado para ayudar (la utilicé), senderos, y más senderos. Mi concentración se centra en un sólo punto: el que me da mi foco. Quizá necesitaba más luz, quizá mi falta de experiencia en las carreras de montaña, requerían más luz, o simplemente, no estaba cómodo bajando esas empinadísimas rampas. Lo que si que es verdad es que el tiempo que perdía bajando o subiendo, lo recuperaba llaneando, y es que subía mi ritmo hasta los 3’20″/3’30». Al final, todo esfuerzo tiene su recompensa, y para ser mi primer trail nocturno, quedé en cuarta posición con un tiempo de 53’53» en los 11,5 kms y sus casi 300 metros de desnivel acumulado.
Ni que decir tiene que en 2019 nos volveremos a ver y que sigo pensando que Renedo organiza, y organiza bien. Salgo muy contento de mi carrera de anoche, y es que no es para menos.