Quizá no pueda tener un fin de semana libre !!

Allá por diciembre seguía preparando el calendario del 2023 y coñ*, el 4 y 5 de marzo lo tengo libre en el trabajo. Obviamente, busco evento, aun sabiendo que 7 días antes habría corrido por Malta. «Prego», maratona di Bologna !!! No había muchas más opciones para colgarme la siguiente medalla, pero para mí, correr en Italia es un plus. Me encanta ese país, me encanta su gente, su comida, su cultura, su historia…

El maratón de Bolonia es muy joven; tanto, como que ésta ha sido la segunda edición. Hacerme un hueco en el equipo de pacers, realmente no fue difícil. Un mero email con mi currículo fue más que suficiente para una respuesta afirmativa. Las 3h como liebre más rápida me habían sido ya adjudicadas para ese fin de semana.

Mi viaje comienza el viernes; lo tengo laboralmente libre, y como tengo tiempo decido viajar a Madrid, y de Madrid a Barcelona para con otro vuelo presentarme en la cuidad italiana a las 21h. trece interminables horas que luego pasarían un poco factura, por lo que el dicho de «el tiempo es oro» cobra fuerza (pero claro, Valladolid-Bolonia me salió por una tercera parte de esta manera). Una vez allí, check-in y un poco de turismo.

El sabado va a ser largo. Muy flargo. Lo comienzo con mi obligatoria activación de 20 minutos, desayuno y turismo a más no poder. Despues de comer: Expo.

La expo está ubicada en el polideportivo Paladozza, pabellón del equipo de baloncesto. Muy bien organizado, con el reparto de dorsales según entras por la puerta. A continuación, te invitan a pasar a la pista, en donde has de pasar por varios de los stands para así recoger tus avíos (camiseta, gel y braga para el cuello). Varios rincones en donde te ofrecen ropa, zapatillas, e infusiones, entre otros, ocupan todos los espacios. Una vez recogidas todas mis cosas, hago tiempo hasta que se da la hora de nuestra presentación oficial; la de todos los pacers de los eventos (21k, 30k y 42k). Salgo a la calle a que me de el aire, cuando en el pasillo de salida está eso que estaba echando de menos: la promoción a otros eventos 🙂 Maratón de Rimini, Ravena, Bucharest y Nápoles me abren las puertas para bailar por allí. «Vale que no sepa decir que no, pero no tengo ni tiempo ni dinero para todos», pienso.

Vicenzzo, el coordinador, me atiende como hasta entonces lo había hecho virtualmente, atento a mis preguntas y peticiones. Las 5 de la tarde llegan. Con nuestras camisetas personalizadas subimos uno a uno al escenario en donde nos van presentando; por unos minutos somos el centro de las miradas y cámaras. Un acto muy divertido con cánticos y bailes. Una vez finiquitado todo esto, cena temprana y a descansar.

El día B ha llegado. Mi despertador suena por fin a una hora razonable. Son las 7 de la mañana y desayuno lo habitual para tras aviarme ir a la zona de salida en donde tenemos que ayudar a hinchar los globos que nos van a identificar durante la carrera. La Piazza Maggiore está abarrotada de gente. Un ambientazo muy bueno, con música a gran volumen y un visible nerviosismo de todos los asistentes. Tras unas cuantas fotos con amigos, me voy yendo a mi sitio, la primera fila en donde coincido con mis dos compañeros de baile, Giggi y Stefano.

Hago un inciso para comentar que varios de mis amigos y amigas italianxs que corrieron en la primera edición me comentaron que el recorrido es feo. Lo recuerdo en el momento de salir y mi afán no será otro que divertirme y disfrutar de mi trabajo del día.

Tras una buena puesta en escena por parte de la organización y de la speaker, miro hacia atrás y veo la marea de 6500 corredores que persiguen una excelente mañana. La temperatura es absolutamente perfecta, no hay una gota de aire y el sol lleva brillando un par de horas ya. A las 9:15 la pistola de fogueo dispara. La salida es buena. Yo, como de costumbre, avanzo los primeros 200m con los brazos ligeramente extendidos para evitar adelantamientos macabros y posibles caídas. Nos vamos alejando de la Piazza de salida a través de zigzagueos inexplicables, pues los coches, motocicletas y peligrosos bolardos nos hacen estar más atentos a la calzada de la cuenta. Tras unos primeros 4 kilómetros por el corazón de la ciudad y sin dejar de hablar con Stefano, me presento como hago otras veces: «Buongiorno corridori, sono Jaime, sono il vostro pacer spagnolo alle 3h. Oggi ci divertiremo moltissimo. Buona gara. In bocca a lupo». Todos, sorprendida y educadamente me contestan. Seremos unas 90/100 personas en el grupo, pero obviamente no me sorprende ya que los primeros kilómetros de las 3 distancias comparten recorrido. Al ser tan extenso nuestro equipo, me dedico a ir subiendo y bajando para que todo el mundo se sienta dentro. Giggi más adelantado y Stefano y un servidor por la parte central. En todo momento (y hablo de los 42k) animo a viva voz a todos, indicando los repechos, la forma de afrontar los túneles, y los avituallamientos. Efectivamente según vamos avanzando, me voy dando cuenta lo feo del recorrido, alejándonos por malísimas carreteras llenas de socavones hasta Corticella – localidad aledaña al norte de la principal- . La media maratón la pasamos en unos casi inmejorables 1h29’50» y el grupo sigue siendo gigante. Justo en el paso de la Piazza Adam Mickiewicz, nos topamos con el cartel de bifurcación en donde los corredores de los 30k nos dejan en busca de su meta.

km 12
km 21
km 32

Seguimos con el horroroso panorama, pero integrado en el grupo, con mis subidas y bajadas, haciendo todo lo posible por no perder ni un sólo corredor más. La gran recta de la Vía Tommaso Martelli nos dan paso a otro enrevesado recorrido; últimos kilómetros, últimos esfuerzos; yo sigo con mi trabajo, sigo con ese «divertimento». El barrio de Malpighi nos recibe con la música que se oye de la zona de meta a un par de caller paralelas, pero aún nos quedan 3 kilómetros. Esos últimos 3 en los que ya se ve el ambiente que tanto nos hizo falta durante todos los anteriores. La meta, ahora sí, es espectacular. Una plaza hasta hasta la bandera de gente animando sin cesar, hace enloquecer el momento de gloria de todos esos sub3h a los que hemos metido ese trio de liebres que un 5 de marzo sacrificaron su carrera por ayudar a los demás a cumplir un sueño por el que llevaban meses entrenando. Tras agradecimientos por el trabajo realizado, fotos y más fotos, toca momento post meta, con un buen panini típico, agua, isotónico, piña, geles, bollería, fruta…realmente uno de los más generosos en los que he estado. Con medalla en cuello, pienso en el aviso del recorrido, pero sobre todo eso, puede la gran mañana divertida que tuve. Sin duda, uno de los maratones en los que mejor me lo he pasado.

Tiempo oficial: 2h59’57», puesto 34 absoluto para mi maratón número 41. Bolonia está hecha, y está bien hecha. Me quedo con eso.

Mi resumen constructivo y personal, es que toda la buena organización, la lucha por una gran visibilidad a través de RRSS, el buen trato que he recibido, el extraordinario grupo que he llevado, la buena zona de meta, la buena señalización…pueden al infumable recorrido y desastrosos avituallamientos.

Próximo evento: Maratón de Roma como pacer 2h50 el 19 de marzo, que será el «MARATÓN DE MARATONES» (cuarenta y dos cuarenta y doses !!) sencillamente porque «quizá no pueda tener un fin de semana libre !!»

SALUD & KMS