Día D: 19 de mayo.
Hora H: 09:30 a.m
Lugar: Copenhague, Dinamarca
Este maratón, como bien escribía en el post anterior, se presentaba caluroso, pero en ningún momento, con la previsión delante, pensaba que el infierno sería agradable en comparación.
Amanecía (a las 4:15 a.m) la capital danesa con el cielo cubierto, como con ganas de llover, aunque sabíamos que no iba a ser así, con 14°, y una ligera brisa bastante fresca, que me dio respeto respeto desde el principio, no pensaba que fuera a ser un tostadero. Había quedado con Chuli y Marisa a las 8:40 en el puente que separa el canal principal para prepararnos, hacernos las fotos de rigor, criticar el tiempo y demás. Así fue. Sin haber pegado apenas ojo en toda la noche, desayuné a las 7 en el buffet del hostel en que me hospedaba, no más de la cuenta, pero si contundente. Preparé la equipación, ya que ayer fue un gran día de turismo y no lo había hecho aún. Tres de mis cinco compañerxs de habitación también han sido maratonianos, por lo que ha habido buen ambiente previo a la salida de la habitación. Ya con Jesús y su esposa, lo dicho, minutos previos a la salida nos juntamos y soltamos nervios fuera. Imposible por poca o mucha experiencia que se tenga en esta distancia.
No busco mi cajón, principalmente porque no hay. No es entendible ya que a 13000 corredores se les debería de colocar según marcas anteriores. Me despido de mi amigo, y poco a poco me voy colando hasta la tercera línea.
Impresionante cuenta atrás. En el crono, la hora real, y durante el último minuto, se hace el silencio, paran a música rítmica ambiental, y «pinchan» un latido de corazón que retumba en toda la avenida. Más que emocionante el vernos a todos expectantes, sin animación, sin cuenta atrás; sólo el pum pum sonando por la interminable fila de altavoces colocados para que todos pensáramos que fuera el nuestro el que sonaba.
Salida algo lenta pero sin mayores complicaciones, si no cuento los resaltes en la calzada para reducir la velocidad los coches, que al no verlos, parecía que te ponían la zancadilla. Seis traspiés de esos.
El cielo seguía igual, pero inesperadamente, a los 500 metros del pistoletazo de salida, el sol brilla como si no fuera a haber un mañana, y hostia puta: cómo calienta. Mal asunto. Mi objetivo cambia, y de ser 10/11 minutos por debajo de las tres horas, pasa a ser de 6/8. Salgo más fuerte de lo auto-acordado para cuando escaseen las fuerzas. Paso el 10000 en 39′, y la media maratón en 1:23. La deshidratación ya empieza a aparecer y beber dos vasos de agua en cada avituallamiento es poco. Dos que bebo, y dos que me tiro por encima no es suficiente, y aunque 100 metros antes de cada puesto hay manguera de bomberos apuntando al cielo para refrescarnos, necesito menos temperatura corporal. Me estoy achicharrando y a la vista está !!
El recorrido es bastante serpentino, con muchas curvas de 90 grados y giros de 180, lo que impide una carrera homogénea si vas en un grupo. Desde el principio me da la sensación de tener un pequeño desnivel negativo, pero no, es prácticamente llana. Pero llana de verdad, no como Málaga; llana – llana. Paso el pk30 en exactamente 2 horas, pero mis fuerzas flojean mucho, los geles me dan gasolina pero sólo durante un par de kilómetros, y la deshidratación me está jodiendo pero bien. Ya en el 33, empieza la cuenta atrás, pero el ritmo cae hasta los 4’20″/km. Lo intento mantener y lo consigo.
En generales la animación no tiene termino medio: o te encuentras a 25 locos que parecen que son colegas del éxtasis, o directamente pasas por un velatorio (siempre las calles llenas de gente). Un 6’5 como nota lo veo justo.
En el 2, 14 y 29, (y meta) veo a los españoles que ha traído Chuli, con sus banderas, animando a todos los coterráneos que pasan; cuando les veo, enloquezco. Al igual que las dos veces que veo a Guadalupe, la amiga, de una nueva amistad cacereña que hice en el vuelo de ida. Lino un gran placer.
Sprinto al hacer el último giro a la izquierda como si estuviera nuevo, al fondo, a lo lejos, veo la meta; los últimos metros rozo los tres minutos y medio por kilómetros de ritmo medio, adelantando a 10 corredores, y es que ya tengo otro maratón en mis
Estoy muy contento, porque está vez, a diferencia de hace tres semanas en Hamburgo, he corrido con cabeza. El maratón empieza en el pk30, y eso hay que tenerlo siempre en cuenta.
Cabe destacar el gran trabajo de la organización al haber creado una aplicación de móvil para poder acceder a todo cuánto se refiere a registro, tiempos, fotos en tiempo real, track in live, video en meta… completa y de fácil uso.
Bolsa de corredor con una buena mochila impermeable, y una camiseta bastante bonita de nike. La feria de corredor me la salté, así que no podré opinar, pero no hablan mal de ella.
Tiempo oficial: 2h53’49»
Puesto general: 153/13000
Puesto por categoría 36
5° español
Este maratón está dotada de la etiqueta «bronze» por la IAAF, y la verdad es que doy fe de ello. Buena organización, buena carrera, llana, buenos avituallamiento, buena salida y meta, buen ambiente…por eso:
La recomiendo: SI
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