Los españoles – y todo el mundo – estamos atravesando una difícil y dolorosa temporada a causa del Covid-19. Poco a poco, parece que vamos viendo la luz, y que la «nueva normalidad» está cada vez más cerca. Cierto es que todos queremos la normalidad de siempre, pero habrá cambios.
Escribo este post porque se van resolviendo dudas en mi calendario runnero y parece que algunos de los eventos maratonianos que tenía este año marcados, sí se van a celebrar. Ahora el principal problema es cómo voy hasta allí.
– El maratón en pista de Jaén es el 5 de julio. Juan José, el organizador aún tiene alguna reunión para concretar si siguen adelante con él o no, aunque quizá también tenga el problema añadido del desplazamiento. Para esa fecha, no sabemos si podré viajar en mi coche…
El lunes me llamará, y me dará más datos del transcurso de sus reuniones. Teniendo en cuenta que la máxima participación de su maratón son 50 personas, es muy probable que sigamos adelante, ya que las normas de la desescalada van a ir aumentando los grupos de gente junta. Pero eso son cosas mías…
– En el maratón de Helsinborg, en Suecia, marcaré el ritmo como pacermaker de 3h el próximo 5 de septiembre. Allí todo apunta a que sí se celebrará el maratón, pues sus actividades rutinarias respecto a la vida que hacen diariamente, apenas han cambiado. El principal problema de nuevo será el desplazamiento, y más aún, cuando volaré desde Madrid a Copenhague y me desplazaré en tren hasta Suecia. Los billetes ya están comprados, así que solo queda esperar.
– Para el 25 de octubre, esta marcado el maratón de Venecia, en el que haré también de pacermaker pero en esta ocasión de unas verdaderamente exigentes 2h50′. Tarea nada fácil a desempeñar en evento importantísimo a nivel europeo.
– Y para acabar el año, aunque hay otra cosilla en mente, marcaré el ritmo de 3h en Florencia, el próximo 29 de noviembre.
En cualquiera de los casos, lo primordial es la seguridad de todas las personas y de todos los participantes. Si no se tiene que celebrar, que así sea. Si no se puede viajar, pues menuda putada, pero así será.
He tenido la suerte de no perder mucho la forma en estos días de confinamiento, gracias a haber comprado una cinta de correr, en la que me atreví a hacer un maratón, parando el crono en 2h57’11».
Perdonadme si no es políticamente correcto hablar sobre esto en esta situación, pero, si no pienso yo en mi mismo, quién lo hará?!
Salud & kms!!!