VIVA ITALIA !!!
La resaca de Miami iba a durar poco. Tanto como una semana. Ponerme dos dorsales de maratón en 7 días me hace realmente feliz y obviamente no iba a dejar esta oportunidad para más adelante.
En el maratón de Venecia del pasado mes de octubre, mi amigo y compañero de baile Pepe Minicci, me comentó sobre éste posible nuevo maratón en mi haber. Maga Circe se daría cita el 4 de febrero y él iba a ser el «capo pacers». Tenerme allí era uno de sus deseos, y poco le costó convencerme para ello. Al no tener maratones para esa fecha, y con las facilidades logísticas que me ofrecía, decir que no, no estaba entre mis planes. Además de hacer otra muesca más a mi propósito de correr más 42k en Italia que en España (con Maga Circe, 20-14 para mi país).
Este año, el Campeonato Nacional de Maratón Italiano iba a ser este del que hablo. «Maga Circe» disfrutaría de su quinta edición con una buena responsabilidad, y allí iba a estar yo, marcando el ritmo más rápido de la prueba. Además, volver a tierras italianas y coincidir con tantos amigos me alegraría aún más mi viaje.
Mi viaje comienza el sábado. Saioa también viene ya que entre que yo soy un liante y ella se deja liar, correría la prueba de 28k que se celebraría paralelamente. Una vez en Madrid, el vuelo sale a las 9:30, para presentarnos en Fuimicino sobre las 12:00. De allí, tren hasta la estación central, en donde la familia Minicci nos esperan para ir con ellos en coche hasta el pueblo de Sabaduia (meta del maratón). Lo primero Expo. Sencilla y bien equipada con algunos stands de otros eventos, nutrición y ropa. Quizá demasiado sencillo para mi gusto. A las 16:30, presentación de pacers, y todos los conocidos y amigos empezamos a coincidir. Felicidad máxima. Tras la presentación, paseo por la cuidad, cena de equipo y a descansar.
El día M ha llegado. No madrugamos demasiado para desayunar a las 7 de la mañana, y acercarnos a la zona en donde una flota de autobuses nos portará a San Felice Circeo, población en donde se sitúa la salida. Tras todos los preparativos y fotos oficiales comienza el que para mi sería mi 4º maratón del presente año, mi 35º maratón como pacer y mi 61º en total.
Pistoletazo de salida, Emanuele y yo dirigimos al grupo. Mi compañero ya lo fue antes en el maratón de Roma de la última edición, a las 2h50, y hacer nuestro trabajo, a priori iba a ser fácil. Comenzamos en una avenida con unas vistas inmejorables al Mediterráneo. Son las 9:30 y aunque hace fresco, las condiciones son muy buenas pese al molesto aire que hay. Se forma un grupo reducido, de unos 20 corredores y corredoras, lo cual me hace saber desde los primeros cientos de metros, que llegaremos juntos muy pocos. Tras un recorrido bastante inapetente por las calles vacías de San Felice Circeo, prácticamente volvemos al punto de partida sobre el kilómetro 10 para que comience el show paisajístico. Una carretera que conecta fincas, con enormes pinos a los laterales, campo y más campo hasta que llegamos a la «strada lungomare», la carretera lindera con toda la costa, unos cuantos kilómetros de recta, en la que cuando pasas el cartel kilométrico, si afinas la vista, intuyes donde está el siguiente. Quizá estaba tan encantado con lo que veía porque me recordaba al maratón de Pisa que tanto cariño tengo. Hasta ahora, todo muy llano.
El grupo hacia la media maratón se reduce. Diez corredores. El punto de control lo hemos pasado en unos perfectos 1:29:42. Las vistas siguen siendo maravillosas. Mientras tanto, a mi parecer, los avituallamientos son bastante correctos. Como siempre, hablo desde mi experiencia personal; eran cortos, pero mi grupo era pequeño, por lo que no hubo ningún momento de caos a los que desafortunadamente estoy tan acostumbrado. Emanuele y yo, seguimos de charla, pero me doy cuenta que cada vez menos. Empiezan los falsos llanos. Ya nos habían avisado de que a partir del kilómetro 24, las cuestas iban a aparecer, y efectivamente ahí estaban. No teníamos mucho margen como para perder segundos, pero la buena gestión en las bajadas esquivarían los problemas con las pendientes.
En el kilómetro 38 entramos en el pueblo de la meta, Sabaduia, pero obviamente esto no acaba aquí. Sinceramente pienso que la parte más dura de todo el recorrido. Los corredores de los 28k siguen con el esfuerzo de llegar a meta y nosotros vamos adelantándolos. Los únicos dos corredores que nos habían acompañado durante toda la carrera, tras mis indicaciones, se adelantan hacía la meta. Tras una tendida bajada, para hacer un giro de 180º, toca subirla. Último kilómetro. Se oye a Antonella, la speaker, agarro la mano de Emanuele y brazos en alto, cruzo otra meta más con un tiempo oficial de 2:59:42, puesto 21º absoluto en un Campeonato Nacional y 3º de mi categoría (sin quererlo).
Tras las felicitaciones oportunas, sólo queda disfrutar con la medalla en el cuello de la tarde en Sabaduia para volver a Roma, y descansar para volver al día siguiente a casa.
Un evento del que no puedo extenderme tanto como en otras ocasiones; pero sin duda para repetirlo. Aunque pequeño, con una organización de diez. El esmero y dedicación que se muestran en los eventos italianos son envidiables. El trato al corredor (y a la liebre) son la causa del porqué no suelo correr en España. (opinión personal)
Muchas gracias a LevelUpSuplementacion por la gestión de energías y Absotec por su siempre presencia en todos y cada uno de mis viajes, y sobre todo a Pepe Minicci y su familia por las facilidades, a Davide, presidente del evento, y a todos los amigos italianos que me han vuelto a sacar la alegría afuera. 1000 GRACIAS !!!
Próximo maratón, 25.02.2024 Kristalmarathon (Bad Salzungen, Alemania), 14 vueltas a un circuito en una antigua mina de sal, ahora museo, a -500m de profundidad, con un desnivel positivo acumulado de 750 m, a 22ºC constantes y con uso obligatorio de casco y luz.
SALUD & KMS