SALUD, KILÓMETROS & PROSECCO !!
Había más opciones que Aquilea, en el nordeste de Italia, para correr mi quinto maratón del mes de octubre, pero sinceramente era el que más me cuadraba económicamente hablando. Esas otras opciones eran los no despreciables maratones de Dublín, Frankfurt y Lucerna, pero entre lo costoso del viaje, y que llevaba seis semanas seguidas viajando sin descanso, buscar otra opción iba a ser lo que mejor me convenía. A todo esto, paralelamente, mi amiga sevillana Paz, que también tiene su propio reto de 12 meses, 12 maratones, me dice que el que yo haga el 29 de octubre, ella también.
En varias de las Ferias de Corredor de los últimos eventos en los que he estado en Italia, el stand de Mythosmarathon, era un fijo en el paseo rutinario, y obviamente ya me había acercado a hablar con los representantes, tanto para informarme del evento, como para darme a conocer con mi labor de liebre europea. En ésta, desde el primer momento me dicen que las liebres más rápidas serán las de 3:30. Craso error, admitieron más tarde.
Mythosmarathon, es un trío de maratones que se han celebrado en los últimos 3 años en Italia. Tres pueblos o ciudades en las que la primera y única norma es que sean UNESCO. En este caso, Aquilea, cerraría el ciclo tras Cividale del Friuli (2021) y Sacile (2022). Las tres medallas forman una sola en su estuche, por lo que el símbolo de Mythos, quedaría más bonito haciendo las tres (lo puedo asegurar). No iba a ir a Aquilea por la recompensa final, sino por lo dicho anteriormente además de que volver a «La Bota», siempre es una magnifica opción, y reencontrarme con amigos italianos, que a decir verdad, a casi todos los había visto la semana anterior en Venecia. Si compensa, HAZLO!!
El viaje lo comienzo el viernes yendo a Barcelona, para hacer noche allí, y poder coger un vuelo directo por 20€ a Trieste, importante ciudad, a orillas de la frontera con Eslovenia y Croacia, pero que logísticamente (además del precio), era sublime, ya que con 35 minutos de autobús, estaría en el pueblo del evento. A las 10 de la mañana ya estoy en Aquilea. Hago el check-in y salgo (salimos) a hacer la activación. Hay una gran humedad y el calor a las 10 de la mañana es importante. Tras esos 5k, ducha y turismo. Al ser una cuidad de la UNESCO, el patrimonio cultural es rico, y el Foro Romano y la Basílica de Nuestra Señora de Assunta con sus mosaicos en el suelo, entre otros, hacen una mañana muy agradable para enriquecerme del lugar.
Por fortuna (mucha) conseguí un hotel en una de las plazas del pueblo a un precio muy razonable, y con la gran suerte (no lo miré) de que la Expo estaba a escasos 300 metros. Ésta, se celebra en el pabellón municipal. Hay stand con eventos deportivos locales, y de la zona norte del país. Teniendo tiempo y libertad, dedico un poco más en cada uno de ellos, que aunque sé que no hay mucho que rascar, siempre es bueno y agradecido tener contactos y darme a conocer como marcapasos. Los de Ravena ya me llaman por mi nombre 🙂
Una vez recogido mi dorsal, con curiosamente mi edad, toca descansar un poco del largo día, para volver de nuevo a la tarde para la presentación de liebres, que aunque no suelo estar acostumbrado a verlo desde la barrera, siempre me gusta asistir si tengo opción. Entre otros, Mannucci, Astrid, Silvio, Andrea, Gianlucca, Ciara, me alegran aún más el día con su sola presencia. Nos vamos a cenar después del acto, y a descansar.
El día A ha llegado. El cambio de hora del equinoccio de invierno nos han permitido y premiado con dormir una hora más. Ya tengo preparados los hábitos, pero la mochila aún no, ya que la tengo que portar hasta el depósito. La carrera comienza a las 9:30, pero estaba convencido que era media hora antes. En la zona de salida está todo listo, un bonito marco a los pies de Assunta, mientras comienzo a moverme estáticamente. Una larga y tendida conversación con mi amiga Ciara me hace más llevadero el error horario.
Justo antes del pistoletazo de salida, presentan a la élite. El sábado sólo había dos corredores keniatas, y ahora hay tres. Resulta que uno de ellos es liebre de otro. Mi cabeza empieza a pasarme un mal momento. Yo «sólo» venía a completar mi reto de 5 maratones en octubre, pero ahora la cosa cambia un poco. Días antes me tomé el lujo de ojear la clasificación de los otros dos maratones del trío, que aunque no me daba mucha información, me podía hacer una idea de los tiempos que se podrían estar manejando este 29 de octubre. 2:14, 2:26 y 2:36 fueron los resultados de los tres ganadores.
Si sólo compiten los dos africanos y el italiano, realmente tengo opciones de subir al pódium. Claro que «no me daba cuenta» de la zurra que llevan mis piernas desde que «empecé» la temporada del otoño maratoniano con el Triple de Oslo el 16 de septiembre, sin parar (Ferrara, Kosice, Eindhoven, Ámsterdam y Venecia), es considerablemente importante.
Con mi nueva estrategia, puntuales salimos. Yo, en primera línea, me mantengo cerca de grupo de carrera, que se va alejando a un ritmo endemoniado. Salimos del pueblo con una primera vista del Foro Romano, para adentrarnos por un bonito camino lleno de árboles a orillas del rio, por el que había caminado la tarde anterior. Mis parciales son calcados uno del anterior, y soy fiel al 3’30/3’35. Sigo viendo a los primeros durante los primeros kilómetros, pero cada vez se alejan más. A todo esto, voy recortando distancia y adelantando a los corredores que salieron por encima de sus ritmos de carrera, cosa que me pasaría a mí mas tarde. Con un parcial de los primeros 10k de 35:47, sigo fresco y fuerte, hasta que sobre el pk13 un ligero giro hace que el viento nos de de cara. No es demasiado, pero suficiente para darme cuenta de que queda muchísima carrera y que a ese paso no aguantaría mucho más, por lo que bajo un poco el ritmo. Los avituallamientos están colocados estratégicamente cada 5 kilómetros, y son perfectos para provisionar a todos los corredores de una manera óptima, aunque he de decir que echaban demasiado poco agua en los vasos. Hago uso de mi botella con maltodextrina como últimamente acostumbro, doy pequeños sorbos para aportar la gasolina oportuna. Mis piernas, al haber bajado la intensidad están perfectas, y continúo así.
En el pk18, y tras haber pasado la zona menos bonita del curso, atravesando los pueblos de Miumicello y Palazzatto, comienza el espectáculo visual. – La media maratón la paso en 1:18:15 -. La Laguna di Grado me queda perplejo con su belleza. Mires donde mires hay agua, flora y fauna como si de Doñana se tratase. Para cruzar de este a oeste la Isla de Grado pasamos por el bonito boulevard, con mucha expectación, por cierto. Ya estoy por el 28, voy KO, y lo único que quiero es llegar al avituallamiento siguiente para reponer líquidos. Por el largo paseo marítimo, el viento era más bien favorable, y romper a sudar no me ayudó demasiado. El uso de las sales y de la suplementación era la correcta, pero de líquido estaba en la reserva, por lo que, sin pensarlo demasiado, paro en el kilómetro 30 durante un minuto y bebo todo lo que mi cuerpo me pedía. Al echar a correr de nuevo, noto mejoría y mi cuerpo pide guerra, pero yo creo que con unos cuantos maratones en las piernas, sé de sobra que aún no ha empezado lo serio. Según mis cálculos voy en quinta posición, y tras haber parado, me han adelantado varios corredores (a buen ritmo, por cierto). Los cinco kilómetros del recorrido que separa las dos grandes masas de agua acaban con el 35, en donde de nuevo paro a repostar. Podría decir que lo hice porque no me jugaba nada, pero sinceramente pienso ahora en frío, que tiré la toalla en cuanto al posible pódium. Tras repostar esta última vez, mi estado competitivo ha mejorado mucho, y quienes me adelantaron, son adelantados por mí. ¿Por qué? Porque ese último corredor me pregunta que si soy corredor del maratón completo !!! Ay Jaimito…pero no te das cuenta que se celebraban varias distancias?!?!? Esos corredores que me habían estado adelantando, eran de la disciplina de 20k, que salía en la Isla que pasé poco antes. Ahora ya, sólo pienso en correr, correr fuerte, correr con garra, con rabia y sobre todo con el corazón; lástima que sólo falten 2 kilómetros para llegar a meta.
Últimos metros por la carretera principal de la villa, para que con un giro a la izquierda, nos topemos con la misma estampa que teníamos al salir. Arco de meta con Assunta inmóvil, el speaker que quiere decir mi nombre y apellidos, y un servidor, entrando feliz, contento y mucho más emocionado de los habitual. En esos últimos 100 metros de recta, una visión de lo que ha sido el último mes hacen que me emocione sin querer ni poder evitarlo. Se dice pronto, pero acababa de completar el último maratón de mi reto de octubre con un sexto puesto absoluto y un no despreciable tiempo neto de 2:47:08.
Yo que pensaba que no iba a tener más recompensa que la mía personal, me voy a la zona de avituallamiento final y al pabellón a darme la ducha oportuna y recoger mis enseres, pero me comunican que me han llamado por megafonía para recoger mi premio ya que conseguí ser 2º de categoría. Con las mismas me voy a la zona de meta y allí están con los brazos abiertos. Una acogida maravillosa con la que me entregan una caja de pasta y una botella de 4 litros de Prosecco, con la que no dudo ni un instante en sacar mi bandera de Alcazarén para inmortalizar este bonito momento. Mi momento!!
Tras la emoción infinita, espero a mis amigos. Para irnos a Venecia, en donde dormiré para prender el avión vuelta a casa a primera hora de la mañana del lunes, y cuanto llegase a casa, ir a trabajar. Eso también es parte de los viajes maratonianos. Por supuesto, el trofeo, que así llamo a la gran botella, me la quería llevar a casa, y había dos opciones: facturar una maleta, o beberla y no facturar…lo que tiene que hacer uno por ahorrase un dinero eeeeehh. El final sólo hay que imaginarlo. Una celebración por todo lo alto, Paz y yo, por las oscuras calles y plazas de Venecia con un botellón a cada paso más vacío.
Gracias a quienes han estado pendientes desde sus casas de cómo culminaría mi reto, gracias a los italianos por quererme tanto, gracias a Paz por este maravilloso fin de semana, gracias a Absotec y LevelUpSuplementacion, y gracias a quienes me leéis con dedicación estas crónicas que no son mas que el intento de trasmitir mis aventuras, mientras corro y viajo, o viajo y corro.
Próximo evento maratoniano, Maratón de Larnaca (Chipre) el 19 de noviembre, por libre, y con ganas de dejar huella.
SALUD, KMS & PROSECCO.