5 AÑOS TRAS UNA MEDALLA !!

A principios del 2019 conocí este maratón. Di con él, porque por aquel entonces, corría eventos que coincidieran con mis fines de semana un poco más largos, y por las fechas que se corre en esta ciudad sueca siempre son las fiestas y ferias de mi querida ciudad, Valladolid. Curioseando sobre el evento, vi la medalla y me encantó. Indagando un poco más, descubrí que esa medalla era igual todos los años cambiando sólo el año, por lo que pensé seriamente en hacerla. Con todo reservado, llegó el Covid y los planes se cancelaron por completo. Años después, por unos motivos o por otros, no había podido ir, o al menos no se me había presentado la ocasión de hacerlo, hasta que a principios del mes pasado (agosto), tengo una logística perfecta para poder correr en Helsingborg el sábado 7 de septiembre y así colgarme la medalla con la que había soñado años atrás. En el mismo momento de comprar mis billetes y hacer las reservas oportunas, me pongo en contacto con un amigo sueco que precisamente es embajador del evento, para proponerle ser marcapasos; él sin dudarlo, y conocedor de mi currículum, me pasa el contacto de la persona indicada. Con un email bastó para entrar en el equipo.
Tras una larga jornada laboral y con un trayecto de 3 horas, me presento el jueves en el aeropuerto de Málaga, y con un vuelo directo (25€) llego a la capital danesa a las 21:00. Salir del aeropuerto y directamente al hotel, no si antes tomarme un poco de mi tiempo en contemplar Nyhavn, que es en donde duermo.

Desde que corrí el maratón de Copenhague en 2018 no había vuelto por estas tierras (sin contar escalas), y ahora que lo pienso, debería haberlo hecho; es sin duda una de las mejores ciudades europeas. El viernes por la mañana, lo primero es la activación pre-maratón de 5k como siempre. Casi dos kilómetros separan mi hotel de la famosa Sirena de Copenhague, así que el recorrido está claro. Justo al arrancar, me encuentro a una pareja de corredores, él con la camiseta del maratón de Madrid; cómo no, saludo. Naia y Miguel, que también van a la Sirena no dudan en hacerme un hueco y trotamos juntos. Un rato muy agradable en el que intercambiamos algunas de nuestras vivencias. Tras el rodaje, ducha, desayuno y check-out. Ahora sí, turismo a tope con la mochila a cuestas por la ciudad hasta la hora de cambiar de país.

Para ir a Helsingborg hay varias opciones. La mejor no es la más barata, y la más barata no es la más rápida. Así que como el tiempo es oro, me decanto por ir en tren directo desde la estación central de Copenhague hasta la misma ciudad en la que correré al día siguiente, en vez de ir bien en autobús o en barco. Ese tren, me planta en Helsingborg en cuestión de poco menos de hora y media. La Expo que se da cita en un hotel, está exactamente a 10 metros de la estación central, por lo que recojo el dorsal antes de ir al hotel (10 minutos a pie).
La expo, deja bastante que desear, sosa, y sin nada de lo que a mí me gusta: stands, ropa deportiva, suplementación… Nada de nada. Un par de mesas altas (tipo terraza) en las que hay 4 modelos de zapatillas HOKA y unas mesas de camping con merchandising. Habiendo recogido mi pectoral y la camiseta de pacer, salgo bastante cabreado del hotel, pues al haber hecho la inscripción después del 19 de julio, no tengo camiseta del evento, y eso es algo que me da bastante rabia (siendo pacer se saca una de donde haga falta).

Con toda la tarde por delante, hago el check-in y empieza una tarde de turismo en la cuidad. Más cansado de la cuenta, me acuesto sin mucha prisa, ya que el maratón es a las 10 de la mañana una vez más. Últimamente no madrugo.

El día H ha llegado. La zona de meta está a 600 metros de la salida, exactamente en Gröninger, un espacio habilitado para el paseo y el baño, y que es en donde lógicamente está la zona post meta, además del depósito de bolsas así como nuestro espacio preparado para colocarnos los globos. Globos grandes, como los de Roma. Del color azul turquesa característico y singular del evento que colorean allá por donde nos movemos. Saludo a los compañeros y vamos poco a poco hasta salida. Tras unas cuantas fotos estirando mi brazo como de costumbre, y otras tantas de los profesionales, atraídas seguramente por el globo pegado a mi hombro y mi marca española pintada en la cara, me pongo en la lineal de mi 19º maratón del año y 76º en total.

Tras una bonita cuenta atrás, unos bonitos petardos de colores colorean en varias direcciones el arco de salida del Helsingborg Marathon 2024. Hoy bailo sólo; no tengo compañero. Eso puede ser a veces una ventaja como otras, un inconveniente. Con paso firme, controlado y muy homogéneo, vamos recorriendo metros hacia el sur de la ciudad durante unos 6 kilómetros para empezar a callejear. Únicos kilómetros llanos en su totalidad, porque a partir de ahí, un constante sube y baja por las calles nos acompañaran durante toda la carrera; de hecho en el kilómetro 8 comienza la fiesta. Recorremos la parte sur de la cuidad, bonita, limpia, por calles más bien anchas. La gente sale de sus casas y casi sin excepción sacan sus mangueras hasta el centro de la calle para refrescar a todo quien pide un poco dde agua por el cuerpo. Hace calor, en torno a unos 22 grados con 75% de humedad. Yo sigo con mis inseparables cápsulas de sales cada 40 minutos. Esta vez cada 40 y no cada 30 como los últimos eventos de temperatura y humedad máxima. El grupo que salimos a las 10 de la mañana ya se está dispersando, y sobre el kilómetro 10, ya sólo quedamos 15 corredores. Intuyo que me quedaré sólo no tardando mucho.

Al paso de la mitad de carrera empieza el show. Yo no me había dejado a nadie sin dar los buenos días de todos los que animaban en las aceras, y puedo asegurar que había gran cantidad de espectadores y acompañantes. Como comentaba antes, un recorrido con mas zigzag de los que a cualquier maratoniano creo que gustan, pero con un paisaje idílico, sacado de un cuento, con frondosos bosques, campos verdes, parques naturales, riachuelos, con bastante recorrido de camino de tierra duro (pero de tierra), alguna que otra bajada a buen desnivel, en el que aprovechamos para recuperar aliento, pulsaciones y algunos segundos perdidos en las subidas anteriores.

Sobre el pk30 ya sólo quedamos un nuevo amigo y un servidor, se llama Alfred, sueco, y con una mejor marca personal de 3:21. Ya no habla como lo hacía en la primera parte de la carrera, pero intuyo que esta confiando en mí más que en él. Metro a metro, paso a paso, el sigue mi estela, mis consejos, acelera un poco en las bajadas. Se deja guiar. Eso me gusta. Eso me da una confianza brutal, y eso que realmente, el calor y la humedad, y casi con seguridad el complicado circuito, me están complicando un poco los últimos kilómetros.

Por suerte (suerte de verdad) el kilómetro 40 es cuesta abajo. Pero cuesta abajo que casi hay que frenar para no caerte. Un kilómetro completo (incluso algo más), en que lo ajustado que iba en tiempo, se me va a quedar a modo de perfección. Alfred se ha quedado un poco atrás, pero enfilamos la larga recta, oteando al fondo la gran cantidad de gente que tenemos en meta (principalmente corredores y corredoras de la media maratón). más de 1000 metros de recta llena de emociones, no dejo de mirar hacia atrás buscando al sueco que me acompañó desde unos pocos segundos menos de 3 horas. Alzo los brazos, mientras pienso en lo que acabo de volver a conseguir: un trabajo perfecto como liebre 3h en otro evento más, y ya son 35. Treinta y cinco veces como marcapasos en distancia de maratón. Mientras tanto, cruzo la línea de meta mientras sigo con la sonrisa intacta, mientras levanto los brazos y miro fijamente el cronometro con un tiempo oficial de 2:59:46. En esa maravillosa línea y en ese mismo instante, me doy la vuelta y señalo los números en plan de victoria. Mi victoria.

Rápidamente busco a Alfred. Lo consiguió: 2:59:57 su tiempo oficial. Se tira a coger aliento mientras la emoción se apodera de él, algo que me llega a todos mis interiores.

Algunos de mis números son los siguientes:

  • 19º maratón de este año.
  • 76º maratón en total
  • 35º maratón como pacer
  • Puesto 18º absoluto y 3º categoría
  • 1er maratón en Suecia (corrí los 100k del Campeonato Nacional Sueco en Växjö en 2021)
  • Parciales: 5k 21:11 (4’14/km), 10k 42:32 (4’16/km), 15k 1:03:48 (4’15/km), 21’1k 1:29:49 (4’15/km), 30k 2:07:44 (4’14/km), 40k 2:50:31 (4’14/km)

Tras colgarme la medalla, medalla que llevaba buscando 5 años una explosión de emociones hace su necesaria labor, y es que miro 5 años atrás, recordando perfectamente el momento que descubrí ese metal brillante en forma de «M» y que en su día, al saber que siempre seguía el mismo patrón, dije que en algún momento sería mía…y llegó ese día, un 7 de septiembre en el que Helsingborg entera me hizo muy feliz.

El globo se me explotó en el kilómetro 26, y quería fotos con él, así que recordé que debería de haber el que no se puso el compañero que nunca tuve. Voy a por él, me lo ato, y foto por aquí, foto por allá. Un gran trabajo del chico chileno. Después de las fotos, directamente a darme un remojón al mar (el Báltico, supongo). Tarde de paseo y atardecer y al día siguiente vuelta a casa con escala en Milán (55€).

Agradezco a Maite y LevelUpSuplementación su esfuerzo y dedicación en todos los consejos nutricionales, a Absotec como patrocinador principal (en búsqueda activa), a todos los que estáis pendientes de mis aventuras, así en especial a todos y cada uno/a que me felicitáis cuando me veis disfrutar, que no es obligatorio, pero gusta. GRACIAS !!!!

Próximo evento maratoniano: maratón de Berlín 29.09 como pacer 3h, de nuevo liebre en un Major, pero antes 14.09 30k en Ribera Run Experience y el 21.09 liebre 40′ en los 10k de Oslo.

LARGA VIDA AL PACER !!

SALUD & KMS