2:50:25 CON UNA CONTRACTURA EN EL DIAFRAGMA !!
2:50:25 es el resultado oficial de mi maratón de Riga habiendo sufrido en el km19 una fuerte contractura en el diafragma…pero primero: ¿por qué Riga?
Una vez haber decidido ocupar todos los fines de abril y mayo para tomarlo como entrenamiento de los 100k del Passatore del 25 de mayo, el hueco del día 19 estaba bastante claro. La capital Letona iba a ser una clara candidata para correr allí mi séptimo maratón en siete semanas consecutivas. Si a esto le añado dos detalles más, estaría asegurado. Por un lado, desde hace tiempo tengo especial interés en correr en las 3 capitales de los países bálticos, y por otro, mi buena amiga Daiga me había invitado a su casa.
Mi viaje comienza el jueves, con un vuelo directo Madrid-Riga, para pisar suelo letón sobre las 22:30; tras un grato reencuentro, un paseo por las afueras de la cuidad, y a descansar del largo día. Viernes, tras un pequeño rodaje, interactuando con el clima (calor y humedad), día completo de turismo por el maravilloso casco antiguo, y a última hora de la tarde, reencuentro con la milanesa Astrid, que también corre por estas tierras.
El sábado, típica y obligatoria activación pre maratón, y directos a la Expo. Expo, situada en el Riga Arena, a unos dos kilómetros del centro. Buena organización con amplio espacio para los diferentes stands de ropa y suplementación. Quizá demasiado hueco para mi gusto. Nada de promociones de otros eventos; algo que siempre quiero en una Feria de Corredor.
Allí está también mi querido amigo Oliver, ese londinense con el que he compartido ya ni sé los maratones (los últimos: Roma, Milán y Praga). Todos juntos, turismo por Old Town con subida a la aguja de la Iglesia de San Pedro, con unas impresionantes vistas 360º de toda la cuidad, y crucero por el Río Daugava. Tras una preciosa e intensa jornada, a descansar. Mañana se baila.
El día R ha llegado. El despertador tenía que sonar temprano, pues el evento empieza a las 8:00 y así sucedió. La previsión del tiempo es entorno a 16º a la salida y 22/24 a mi supuesta llegada. El Sol lleva fuera desde algo antes de las 5 de la mañana, por lo que en el inicio, ya «pica». Mis problemas y careo con el estrés ya habían comenzado el sábado, ya que no pude sacar las tarjetas de embarque de mi regreso a España. No debería tener complicaciones, si no fuera porque mi vuelo sale a las 13:10 del medio día, lo que significa que tras la carrera, y sin muchas contemplaciones, debería salir hacia el aeropuerto lo antes posible, teniendo en cuenta que la cuidad estaría cortada parcialmente, alta demanda de transporte privado, recuperación e hidratación, alguna que otra foto, etc. Ahora, dispondría de menos tiempo, pues necesitaba acercarme a ventanilla para mis pasajes. Eso por un lado. Por otro, mi estrés se agrava, ya que a la hora de dejar mi mochila (mochila de viaje), en el depósito de bolsas me echan para atrás ya que SÓLO se podían dejar las pertenencias con la bolsa de cuerdas del evento. Intento hacer un apaño, rompiéndola y forrando mi mochila con ella, pero ni con esas. Afortunadamente, Daiga me ayudó para ello, y conseguí dejarla, pero el tiempo se nos había echado demasiado encima; tanto, que entro en mi cajón exactamente 6 minutos antes del pistoletazo de salida. Allí está Oliver ya, y mi buen amigo Norbert, ese tipo polaco que me ayudó para inscribirme en Lodz (véase en la crónica aquí).
A la hora en punto, pistoletazo de salida. Primera fila, y comenzamos. La salida se da cita a orillas del rio, con unas vistas increíbles con Stone Bridge en frente para cruzarlo por primera vez y avistar la acongojante biblioteca municipal. Como decía antes, la temperatura es 16º y la humedad está al 75% en el momento del pistoletazo. Tras una salida limpia, rápidamente formamos un grupo de unos 10 corredores, en los que tanto Oliver como Norbert están presentes. El ritmo de los primeros parciales mientras nos alejamos un poco del centro marcan unos constantes 3’46/km, un ritmo absolutamente cómodo y perfecto para mí en este domingo pasado. No hay apenas viento, por lo que rompo a sudar rápidamente. Sudo como un grifo, así que la gestión de sales la adelanto, para tomar una cápsula en cada avituallamiento. Amplias y bonitas avenidas, muy llanas, sin repecho alguno, con no demasiada animación, aunque en lugares estratégicos como los puentes, los acompañantes de los protagonistas del día, se agolpan con sus banderas patriotas para ser vistos por sus gentes. Los pasos de los kilómetros 5 y del 10 son perfectos, en 18:57 y 38:08, a un ritmo medio y contante de 3’48/km, y exactamente igual hasta el kilometro 18, que es cuando todo se va al carajo.
La organización del evento, había colocado estratégicamente hasta 10 puntos de refresco con mangueras, en los que los y las voluntarias (varios puestos de bomberos) te echan agua por encima.
Mi cuerpo nunca ha soportado los cambios bruscos de temperatura cuando me mojo o me tiro al agua de repente. Se bloquea. En alguna ocasión a lo largo de mi vida he tenido algún problema con ello. El tema es que este domingo me volvió a pasar. En uno de esos puntos de mangueras, pasé cuando nunca lo hago, pero notaba que mi cuerpo estaba demasiado caliente y decidí hacerlo. Dos chicas con el arma en la mano, me apuntaron, y dispararon; es lo que tenían que hacer. El problema viene cuando mi cuerpo responde a ese cambio brusco, y tengo una sensación como de paro cardiaco. De repente me falta la bocanada de aire que tocaba, y mi cuerpo hace un extraño para resistirlo. Noto algo raro en el pecho, y de repente me empieza a doler horrores. El dolor es localizado, agudo, pero al ser en la parte izquierda a la altura del corazón, me asusto y paro. Tras 10 segundos de recuperación, continúo, pero se me pasa al otro lado. Ahora el dolor es insoportable. Como si me hubieran apuñalado, me duele en el costado derecho, a la altura de las costillas y debajo de ellas. Impotente paro y me hecho a llorar. No puedo respirar si corro. Deduzco que es muscular, pero el susto lo tengo. Intento correr y no puedo dar ni un paso al trote. Vuelvo a parar y estiro la zona. Noto alivio y remonto de nuevo, pero otra vez no hago vida de mí mismo. Tras unos ejercicios de respiración y estiramientos que me llevan en torno a 3 minutos, continúo. ¿Conocéis el dolor y sensación cuando «se te sube» el gemelo o el isquión?!, pues exactamente lo mismo en el diafragma, pero sin saber ni poder estirarlo de igual manera que si fuese en el tren inferior. Parece que el dolor ha desaparecido. Era muscular. Vuelvo a coger ritmo pero mi cabeza dice que pare y me retire (por si acaso me estoy equivocando con mi diagnóstico). Ronda en mi cabeza por primera vez en mi vida el abandonar una carrera. ¿y si tardo más y no llego al vuelo?, ¿y si me quedo aquí?. Tantas historias oímos y leemos, que mi cabeza me juega una muy mala jugada. Tanto, que aunque ya había retomado el ritmo, y tras haber pasado la media maratón en 1:22:35 (lo habría hecho holgadamente en 1:18), necesito una llamada. La llamada de la salvación. Primero pienso en mi madre, pero lo iba a empeorar todo; así que video-llamo a quien más me entiende, apoya y comprende toda esta bendita locura que tengo.
Tras esos 3 minutos de video, cojo aliento y continúo mi camino hacia mi 72ª meta. Comienzo a disfrutar del evento, saludando e interactuando con los asistentes, aunque nada de pasar por debajo de las mangueras, pidiendo a los voluntarios desde 20 metros atrás, que me mojen «only legs». El curso es a dos vueltas, y teniendo en cuenta la belleza de lo vivido durante esos primeros kilómetros, aun con todos los problemas, contemplo todo como si fuera la primera vez. Sobre el 30, nos cruzamos con los corredores que van a ritmos inferiores y eso ya sabemos que me gusta. Todos aquellos que me adelantaron cuando caí, van siendo adelantados, y eso me da motivación instantánea, recortando posiciones pese al calor. Seguramente causante de mochos abandonos o bajadas de ritmo. Momento importante el kilómetro 36 en donde me cruzo con las liebres de 4:00. Hay una larga recta, por lo que intuyo que Daiga estaría por allí. La busco, (finalmente nos buscamos), y nos encontramos. Nos despedimos hasta la próxima, y continuamos. Sólo quedan 8. Miro mi reloj, y casi creo lo que ven mis ojos en el Garmin: aun con las penurias de unos minutos antes, estoy cerca del sub2h50, pero sinceramente eso no me importaba; de hecho, saqué el móvil y me puse a inmortalizar algún momento de lo que ha sido un precioso maratón, incluso parándome en el último avituallamiento a charlar con los militares españoles que estaban ayudando.
Llega el 42, veo el cartel, ya me habían dicho que los últimos metros del maratón de Riga son maravillosos, con sus gentes vestidas con sus trajes nacionales, saludando a todos y cada uno de los finishers. No me lo pienso, y voy de lado a lado, chochando mis manos con las suyas, con una sonrisa de oreja a oreja, feliz, emocionado y muy satisfecho con mi registro. Un gran registro por lo sufrido, pero también un gran registro por lo que llevo encima. Tiempo oficial: 2:50:35, para un puesto 16º absoluto.
Mis números del evento:
- 7º maratón en 7 semanas consecutivas
- 15º maratón de 2024
- 16ª puesto absoluto
- 72º maratón en total
Tras mi llegada a meta y con la preciosísima medalla en el cuello, unas pocas de fotos, recuperación tanto física y mental, y a organizar mi llegada al aeropuerto, ya que en menos de 2 horas sale mi vuelo, estoy a al menos 25 minutos del aeropuerto y no tengo mis tarjetas de embarque. Todo salió perfecto, e incluso sobró tiempo.
Un maratón de los de marcar como fijo en el calendario, que de hecho así ya lo tengo yo. Mayo es un mes algo más selecto para correr 42k así que por su buena organización, planitud (muy recomendable para buscar marca personal), su gente, su ciudad maravillosa y por muchas cosas más: Riga, nos vemos en 2025 !!!
Gracias infinitas a Daiga por todo lo relacionado con este fin de semana, te quiero mucho, amiga; a quienes estáis ahí siempre, a Saioa por la llamada de la salvación y como siempre a Absotec como patrocinador principal (sigo en búsqueda activa) y a LevelUpSuplementación por la gestión en carrera.
Próximo evento: 100k del Passatore para los que he estado entrenando estos últimos dos meses a base de hacer un maratón cada fin de semana (Milán, Cracovia, Pádova, Lodz, Praga, Helsinki y Riga).
De Florencia a Faenza el sábado 25 de mayo a las 15:00 pasará lo que tenga que pasar. Sin el objetivo de acabar, porque esa es la base, me conformo con un sub10h30.
…Y ASÍ HICE 2:50:25 CON UNA CONTRACTURA EN EL DIAFRAGMA.
SALUD & KMS