DE NUEVO CAMPEÓN ABSOLUTO…

De nuevo campeón absoluto, y por primera vez, en dos maratones hechos consecutivamente con 15 días de diferencia. Esta hazaña personal no se había dado hasta ahora y como siempre, os cuento el porqué de este evento y cómo ha transcurrido:

En España no corro maratones, pero siempre hay alguna excepción. Esa excepción, indiscutiblemente es el maratón de Valencia como pacer 2h50, pero este año, dados mis objetivos, volver a Jaén por tercera vez para correr su peculiar 42k sí estaba entre mis planes. Ya lo corrí en 2021 con victoria y el año siguiente como invitado de honor proclamándome subcampeón. Ese último año, acabé sin energía, y no me favoreció para correr un ultrafondo 6 días después, por lo que desde ese momento descarté volver a correr en la pista de atletismo de la Salobreja si iba a presentarme de nuevo a las «6 ore di Roma».
De la misma manera que cuento esto, reconozco que el estado de forma que llevo teniendo durante este año, me estaba permitiendo meter y meter kilómetros en forma de maratones como preparación de los ultras que tenía en mente.
Por ello, para los 100k del Passatore, corrí siete maratones en siete semanas consecutivas. Fue bien. Ahora, para mi visita a tierras romanas para volver a las 6 horas, hacer un rodaje con un dorsal en el pecho me iba a dar ese toque de confianza. Con todo esto en mente, compro mi dorsal a falta de un par de meses para volver a dar 105’5 vueltas al tartán en pleno julio.

Por motivos laborales, llevaba en Andalucía varios días, y a decir verdad, la aclimatación estaba siendo bastante favorable. Noches de 22 grados con tardes de hasta 43, estaban dejando a mi cuerpo bastante a tono para poder sobrellevar las altas temperaturas que siempre se dan el día de este evento tan peculiar, aunque los verdaderos problemas iban a ser tanto la alimentación como los entrenamientos. No poder llevar una dieta como la que llevo en casa, y tener que entrenar obligatoriamente en cinta tras un buen madrugón y trabajar durante 12 horas todos los días me lo iban a complicar todo bastante.

A Jaén voy el mismo sábado, en coche, y sin prisa, acompañado por Saioa que también dará unas cuantas vueltas en forma de maratón por relevos (spoiler: con victoria también; enhorabuena por la gesta junto a tu compañero Raúl). Llegamos al hotel, de nuevo el Xauen, y de nuevo sigo pensando que le sobra una estrella, pero es lo más económico. Tras recoger el dorsal en el mismo, un poco de turismo y a descansar.

En Jaén siempre suena el despertador a una hora endiablada. Comenzamos a las 7 de la mañana para evitar las altas temperaturas, así que a a las 5 ya estoy en pie. Desayuno y paseo hasta la pista. Allí van llegando todos los participantes. Caras conocidas, amistades de otros años, pero sobre todo, coleccionistas de maratones. Nos juntamos los frikis del oficio, que por supuesto que me considero uno de ellos. Nos saludamos todos; los de mas de 300 con los de casi 100, los de 200 y muchos con los de ciento y pocos…

Se acerca la hora, y nos ponemos en contrameta para dar esa media vuelta y otras 105 más por la calle 1.
Pistoletazo de salida, y sigo al pie de la letra mi estrategia mental que ya me había aprendido de memoria: ritmo de 3’50/km constante. Un ritmo más bien cómodo, sabiendo que en algún momento tendría que bajar el pistón. Hay exactamente 19 grados y la previsión hará que lleguemos hasta los 30 (a la sombra que no hay). De una en una voy dando giros exactos mientras adelanto zigzagueando a los doblados. Un verdadero slalom que ya sabía que me iba a encontrar, enrabietándome más veces de las que me hubiera gustado por la formación de pequeños grupos que al ir charlando van a la par. Bloquean a quienes vienen por detrás, y eso hace bien salirse de la pista (prohibido), o bien salir a la calle 3 y recorrer un par de metros más en cada adelantamiento.

Pregunté a Juan José, organizador del evento, si podía llevar mi propio avituallamiento y dejarlo en una de las mesas, y sin ningún inconveniente me dijo que sí. La noche anterior estuve preparando las mezclas a base de CHO e Isotónico ricos en maltodextrina, los geles y las cápsulas de sales para evitar una segura y pronta deshidratación. Todo esto siempre con la supervisión de Maite (levelUpSuplementacion). Todo este tema estaba saliendo perfecto.

Los pasos de los de los 5000, 10000 y media maratón están siendo muy homogéneos con tiempos y ritmos muy semejantes entre ellos: 18:56 (3’47/km), 38:12 (3’50/km) y 1:21:03 (3’51/km).

Ya calienta mucho el sol. Había estado muy pendiente de a quienes iba adelantando y cuántas veces, haciendo más hincapié en los corredores con ritmos más vivos. En el kilómetro 28, echo mano del primer gel, y me doy cuenta que de mis 8 botellas de suplementación sólo quedan 4. Teniendo en cuenta que yo agarraba una, bebía, y a la siguiente vuelta la dejaba en el mismo lugar, lo que estaba pasando es que algún espabilado o/y espabilada, estaba haciendo uso de mis botellas, que sabiendo que todo, absolutamente todo lo demás, eran los vasos que ponía la organización, me parece algo un poco ruin, ya que en el caso de que hubiera habido para todos no habría habido sólo 8 botellas de 33cl. para más inri, las que me habían «robado» no habían tenido la decencia de echarlas a los cubos, sino que estaban esparcidas por el suelo unos metros más adelante de la mesa de avituallamiento.
Durante unas cuantas vueltas estaba pensando si iba a tener suficiente suplementación hasta finalizar la prueba y eso me estresó un poco (me llegó justísimo). No daba crédito. En fin.
Sigo con el ritmo adecuado, y comienzo a ver clara mi victoria, aunque no sé a cuantas vueltas saco de ventaja al segundo corredor. Pido a Saioa que se acerque a la zona de jueces y les pregunte. Lo hace y me dice el segundo lo tengo a 7 vueltas. Siete vueltas multiplicadas por algo menos de 2 minutos por vueltas son muchos minutos como para que peligre mi puesto, por lo que echando mano de mi experiencia y sabiendo que no debo de gastar energías innecesarias por lo que vendrá la semana siguiente, freno en cuanto a ritmo y me pongo a trotar. Todo ha cambiado, estoy a falta de 12 kilómetros, o lo que es lo mismo, unas 28 vueltas. Saludo, animo, charlo y disfruto de cada vuelta, hasta que finalmente y después de 105’5 vueltas, cruzo la línea de meta en primer lugar con un tiempo oficial de 2h49’46», sacando al segundo corredor casi 11 minutos.

Vencedor de un maratón de coleccionistas, de un maratón con un formato peculiar, en el que no solo hay que estar preparado físicamente, sino que la parte mental cobra muchísima importancia. El calor insoportable hacen que te vengas abajo en repetidas ocasiones; de hecho, de los 103 corredores que empezamos, sólo 43 acabamos. Eso te hace pensar «fríamente» a qué nos hemos enfrentado este San Fermín 2024.

Con la felicidad que me caracteriza, exagerada un poco más por este primer puesto, me hacen entrega de mi trofeo y una botella de aceite de oliva mientras me alzo al primer escalón del podio, algo que obviamente se agradece, aunque me parezca demasiado escaso, ya que estando donde estamos, aceite para todos no estaría de más, y a los ganadores: un extra.

La ilusión con la que Juan José prepara el evento, sabiendo que es 100% benéfico (30€/dorsal), y la familia que nos juntamos siempre en tierras jienenses, os invito a que probéis a pasar un agradable fin de semana por tierras de olivos mientras sumáis otro maratón más a vuestro palmarés. A lo que a mí respecta, el 74º en total y el 17º del presente año, también 6º maratón ganado.

Lo de ser portada en el periódico «Diario de Jaén» ya es otro nivel

Muchas gracias a todos y todas que estáis pendientes de mis domingos, a quienes ya me habéis felicitado, Saioa y amigos presentes este fin de semana, a Absotec como patrocinador principal que desde que hemos estrenado equipación no hago más que ganar maratones (sigo en búsqueda activa) y a LevelUpSuplementación por la gestión de suplementación impecable en carrera y fuera de ella.

Próximo evento: 6 ORE DI ROMA 13/07/2024

SALUD & KMS