19 meses después, correré otro maratón oficial. La bella plaza de San Marcos de Pisa, fue la última que me vio cruzar la línea de meta de mi distancia preferida: 42,195km de pura adrenalina, sufrimiento y euforia que explotan una vez traspasada el arco final, y que mañana volveré a disfrutar. Debido a la pandemia, todos mis planes de 2020 se vieron cancelados o/y aplazados a éste, como a todo el mundo, y entre otras, Jaén era una ciudad en aquella lista junto a Roma, Helsinborg, Venecia y Florencia.
La ciudad jienense adopta el formato de maratón en pista desde la primera edición, hace 4 años, es el primer domingo de julio, y todo apunta que se volverá a repetir un calor andaluz sofocante. Lo normal.
105 vueltas al tartán me esperan mañana a las 7 a.m., 105 pasos por línea de meta, para tachar otro maratón español más de la lista que en algún momento terminaré. De hecho, ya tengo en mente dónde será el siguiente al de Roma de septiembre; la Virgen del Pilar me verá por allí.
Una exigente preparación de un mes escaso, ha sido suficiente para afrontar esta carrera. Entrenamientos en Torrijos, han bastado para curtir mi cuerpo a base de deshidrataciones severas y bajada de peso. De hecho, mis escasos 60 kilos, 8/9 menos de mi peso habitual son los que mañana me darán las fuerzas oportunas para intentar hacer un buen tiempo, y dejar huella en esta bella ciudad.
Salud & kms