GONDOLERO DE NUEVO !!
Tras mi gran labor en la edición 2022 (2:49:50), Marica, Fede y Fabio me querían de nuevo por tierras venecianas para volver a cubrir el mismo tiempo en uno de los maratones más sonados de toda Italia. Decir que no, no estaba entre mis planes, aunque la oferta de maratones de esta misma fecha, me hicieron dudar, pero mi palabra, es mi palabra.
Mi viaje comienza el viernes tras haber trabajado por la mañana, voy a Madrid esta vez en mi coche, para presentarme en el aeropuerto con 1 hora de anticipo que no serviría de nada, pues para darle un toque de emoción, el vuelo se retrasaría una hora. Gracias Ryanair !! La espera es agradable; Saioa me acompaña de nuevo al viaje, así que, ni tan mal.
En Venecia, nos espera mi querido amigo Silvio para acercarnos al hotel. Una suerte y un lujo. Son las 00:40.
El sábado suena el despertador más pronto de lo que habría deseado, pero había que aprovechar el día. Primero activación pre-maratón de 5k que compartimos en primer momento con una salida programada con varios hoteles adheridos del evento. Un grupo de unos 20 corredores comenzamos a trotar para vivir una bonita estampa al alba. Los ritmos son malvados para mí, con los 6’30/km que llevamos le propongo a Saioa que si nos escapamos a los 2 kilómetros de empezar. Sin pensarlo, giro a la izquierda y al hotel a ducharnos y desayunar. Tras llenar bien el estomago en el buffet del hotel (Campanile, Mestre), toca volver a disfrutar del turismo veneciano, con el que nos empapamos de esta maravillosa ciudad, repleta de turistas y una vez más, de turistas maratonianos.
A las 15:30 tengo la presentación oficial de parces en la Expo. Es un acto obligatorio para nosotros, pero si no lo fuera, lo haría igualmente, porque el ambiente que se respira es mágico. Volver a coincidir con amigos de toda Italia y gran parte de Europa es algo que me emociona desde el primer paso que doy en el recinto del Parco San Giulano,. A muchos no hace tanto tiempo que los he visto, pero otros ya llevaba al menos un año sin que coincidiéramos. Un ejército de 220 pacers da para dar muchos besos y abrazos, además de compartir anécdotas de las últimas semanas. En mi salsa. Sobre las 18:00, nos recogemos para descansar un poco antes de ir a cenar con Jackson y su hijo, Silvio, Astrid y Saioa.
El día V ha llegado. El maratón de Venecia es lineal, por lo que el transporte de los corredores a la zona de salida ha de ser cuidadosamente calculado. El maratón, este año comienza a las 9:40 (dependiendo de las mareas, se modifica la hora de salida). El despertador suena de nuevo muy pronto, a las 5:30 bajo a desayunar, y a las 6:15, el autobús de los marcapasos esta a la puerta del hotel para llevarnos hasta Stra. Me despido de Saioa y entro en la lata de sardinas con ruedas hasta nuestro destino. El viaje de unos 45 minutos se hace largo, pero ameno mientras hablamos todos con todos.
Nos vamos todos a nuestra zona de preparativos y descanso. Aún queda mucho tiempo por delante hasta la salida (son las 7:15), pero también hay muchas cosas que hacer, pues hinchar dos globos por persona, escribir el tiempo en ellos, repartirlos y demás, no se hace en un momento. Bien es cierto que hay varios voluntarios que lo ponen todo en orden en seguida, pero a todo esto también hay que sumarle las fotos oficiales e ir hasta la línea de salida.
Marc, Minicci y un servidos nos colocamos en el primer cajón, el ambiente es brutal, la temperatura de 13 grados es perfecta, y no hay una mota de aire. Con un poco de retraso, se da la salida. Salida sin complicaciones, manteniendo el ritmo fijado en todo momento. Los 4’/km son constantes y el grupo es abultado. Nos presentamos rápidamente a nuestros seguidores para acercarnos más a ellos. Entre todos, está mi compañero pacer de 3h del maratón de Bolonia de este año, Stefano, qué suerte la mía. Prácticamente, hasta que lleguemos al infumable puente que une la península con la isla, vamos siguiendo la orilla del Rio Breta, atravesando los pueblos de Dolo, Mira y Oriago en donde se respira un gran ambiente de aplausos y ánimos a todos los corredores. No faltan los grupos musicales, y eso se agradece mucho, ya que entre localidad y localidad, sólo estamos nosotros. El paso de la media maratón es casi perfecto con 1:25:11, por lo que nos toca ajustar un poco en la segunda parte del maratón; algo complicado a causa de las pasarelas que vamos a tener salvar. Una vez en Mestre atás, un pequeño bucle en el Parco San Guilano, en donde aún permanecía la Expo nos invita al ya nombrado «puente de la muerte». Siete interminables kilómetros en el que ahora sí, el grupo se ha roto por completo. Marc se quedó atrás por complicaciones musculares, y sólo Minicci, Stefano y otro par de corredores quedamos en la larga recta.
Una vez atravesada la unión, estando en el punto kilométrico 39, nos adentramos en Venecia, y en lo realmente bonito de este evento, bordeando el Canal de la Guidecca mientras el agua nos salpica las cargadas piernas que rompe tímidamente con las piedras de la calle. Al Gran Canal lo salvamos con una gran pasarela que colocan para la ocasión, rompiendo un poco el ritmo de carrera. La temperatura es realmente alta, y se ven muchos abandonos por el camino. Siguiendo la técnica de suplementación yo aguanto bien el tirón, aunque otro gel no me habría venido nada mal. Dos de estos y seis pastillas de sales, sumadas a los 500ml de agua con maltodextrina es toda la droga que tengo hoy para recorrer los 42’195 kilómetros que separan salida y meta.
Sin duda alguna, el punto más emocionante de todo el recorrido junto con el finish line, es la «U» que hacemos en la Plaza San Marco, el año pasado absolutamente abarrotada de gente y que desafortunadamente este año no había mas de 200 personas animando. Las siguientes pasarelas sí están llenas, tanto de espectadores familiares como de turistas transeúntes que se paran mientras van pasando los maratonetas. Últimos metros para la meta, miro hacia atrás buscando a Minicci, y se ha quedado un poco rezagado, mientras con mis usuales aspavientos con los brazos, animo a todo el publico a que griten a mi paso. Un deja-vu !!! Con el puente que cruza el Rio de la Tana, ya sólo quedan 70 metros a meta, veo el arco de meta, veo el cronometro, y siento una vez más esa sensación de cruzar la línea de meta. Línea de meta número 52. Tiempo oficial 2_49:54 para una mañana más exigente de lo que me hubiera gustado.
Ya con la medalla en el cuello, y no sin antes de irme, meter los pies en el agua, me cambio y nos vamos a comer para prender el vaporetto rápidamente e ir al aeropuerto.
Haber cumplido a la perfección con mi trabajo en una mañana calurosa, con una gran soledad, pero con la dedicación y temple que últimamente me caracteriza a la hora de dar mi mejor versión de pacer.
Con Venecia 2023, cumplo con mi 4º maratón de cinco de este mes de octubre, con el 15º de presente año, con el 52º en mi haber, con el 10º en tierras italianas y con el 30º como pacer. No puedo decir que el recorrido de este evento sea el mejor de todos en los que he estado, pero sí recalcaré que el trato al corredor (fuera a parte lo que me toca a mi como marcapasos), es extraordinario; uno de esos maratones que hay que hacer por la maravillosa estampa de los últimos 3 kilómetros, por la ciudad, por la cultura…y con un poco de suerte, por la compañía que elijas para el fin de semana.
Mil gracias con todo mi corazón a Marica, Fede y Fabio por llevarme de la mano a Venecia, a Absotec, a LevelUpSuplementacion, a todos los pacers por hacerme tan feliz con nuestro encuentro, a todas las personas que presentes o a distancias han estado conmigo en la cuidad de los canales.
Próximo evento maratoniano: 4/5 Maratón de Aquilea (Italia) – Mythosmarathon 29/10/2023
Salud & kms