Un día lluvioso desde primera hora de la mañana, aunque si quiero ser más preciso, ni Maldonado sabe desde hace cuánto llueve en la provincia. El viernes tenía muchas ganas de ir a tierras de pinares portillanas, y llamé a la organización para saber si me podría inscribir a la carrera in situ. Con una respuesta afirmativa por parte de Justino, no tenía más que pensar. Ni si quiera la lluvia me iba a castigar sin ir al pueblo contiguo del segundo mío, la Aldea de San Miguel, o también llamada Aldeilla, de donde es mi padre. Esta carrera aunque es la primera vez que la hago de las siete 
ediciones, sabía que me iba a gustar ya que he corrido las últimas dos ediciones de la Quedada Runnera que se celebra las heladas mañanas de las noche-viejas (siendo ganador este año pasado) y es bastante similar. Me suponía que se saldría del lugar mas emblemático del pueblo, su castillo del siglo XIV, pero no, saldríamos de la plaza del
ayuntamiento, la Plaza de la Villa; daríamos una vuelta por el centro del pueblo y bajaríamos por caminos arcillosos y completamente embarrados por las lluvias, hasta el distrito de abajo: Arrabal de Portillo, donde en la Plaza del Parque acabaría la prueba. 
Desde el calentamiento previo, sabía que iba a salir a puto tope, y así fue. Ojeé un poco el ambiente, los corredores, los galgos que ya conozco de otros eventos, y me dije: «¡a puto tope, Jaimito!» Me puse en cabeza de carrera, y continué en ella durante el primer kilómetro, parando los dos primeros parciales en 3’31» y 3’32». Los galgos se despertaron y me adelantaron. Un empinadísimo repecho del 24% y una larga subida por la carretera del 9% durante 1km, nos rompieron las piernas (a todos), en ese momento me coloqué en quinta posición hasta el final de la prueba. Bajadas peligrosas y técnicas que hacían que uno se atrancara en los barrizales requiriendo un mayor esfuerzo físico y de concentración. La foto de mi trasera deja claro lo que estoy diciendo. Finalmente, quinto en la general, y primero en mi categoría ( y primero independiente) CLASIFICACIÓN aquí. 33’03» para los 9’2km de la dura prueva. 

La emoción de echar la mirada atrás, no demasiado, y de repente, verme subido en un cajón de un podio de una carrera popular (de nuevo), es muy fuerte. Pero que mucho. Como sustitución de mi tabla de RP, tengo que actualizarlo y marcar mis mejores 5000m con un tiempo de 18’10»

Tengo claro que Arrabal, me ha dado muy buenos momentos, hace años con unas más que buenas fiestas de instituto, y ahora con estos acontecimientos, que si no pasa nada malo, no dejaré de asistir. 
Me llené de barro en la carrera, y me lo llevo en forma de vasija. ¡Gracias!

 

Gracias a mi padre y a Míriam por haberse arriesgado a calarse por la lluvia, por los ánimos, por la paciencia en la espera de la entrega de premios y por ser mis mejores fotógrafos.

 Tierra de pinares, de ajos, de bollos: me hacéis muy feliz !!